Pequeño puerto pesquero, que aparece documentado por primera vez en 1306. Desde allí se embarcaba la famosa piedra de Santanyí que se exportaba fuera de Mallorca. Esta pequeña cala se bifurca en dos calitas, Caló d’en Boira y Caló d’en Busques.
Imagen muy pintoresca que ha sido y es inspiración para pintores de todo el mundo. La tranquilidad y las minúsculas edificaciones que bordean la cala visten de tradición y encanto el hermoso cuadro. “Barques de Bou” y “Llants” movidos por el mar ponen la coreografía a este mágico lugar.